Trenzar. Revista de Educación Popular, Pedagogía Crítica e Investigación Militante
Nº7, Año 4, octubre 2021 – marzo 2022: 113-118
Red Trenzar: Santiago de Chile
ISSN (online) 2452-4301

DOCUMENTOS / EXPERIENCIAS / NARRATIVA DOCENTE


 

El reencuentro entre la Escuela Guillermo Zañartu Irigoyen con la comunidad Villa Olímpica

The reunion between the Guillermo Zañartu Irigoyen School and the Villa Olímpica community

José Felipe Cornejo Ormeño[1]

Pamela Fernández Niño[2]

Nicolás Aaron Cornejo León[3]

Amanda Nascimento de Carvalho Reis[4]

 

Recibido: 31 de Julio de 2021 / Aceptado: 17 de Octubre de 2021

Resumen:

El presente texto es un relato docente sobre el reencuentro entre escuela y territorio.  En la experiencia de “Escuela Abierta” la Comunidad Escolar del Colegio Guillermo Zañartu Irigoyen con la Comunidad de la Villa Olímpica” se reencuentran en la elaboración y participación por medio del cabildo relatado y otras experiencias comunitarias de cabildos, festividades, creación de huertos y de encuentros de aprendizaje recurrentes sobre distintos temas, como: alimentación saludable, reciclaje, procesos constituyentes.

 

 

Palabras claves:  Educación Básica, Comunidad Escolar, Escuela Abierta, Relato docente, Metodología Participativa.

 

 

 

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Relato docente:

Son las 13:15 hrs del viernes 18 de octubre de 2019, hora en la que terminan las clases de la semana.

Estudiantes en fila, esperan su turno para salir prontamente de clases y disfrutar de un fin de semana más.

Docentes esperan también su hora de salida, después de una extenuante jornada de trabajo. Pero ese día, algo especial se estaba tejiendo, una calma extraña se respiraba en el aire, los días de agitación estudiantil y las evasivas en el transporte público habitual, no dejaban ajenos y ajenas a nadie; pero si bien eran temas de conversación contingentes, no pasaban más que de un intercambio de pasillo, con frases tales como: “ya va a pasar “o “esto siempre pasa”.

Gabriel Salazar (1992), escribió que en nuestra historia: “[…] está plagada de ‘reventones históricos’ producidos por la irrupción de los incendiarios vástagos accionales y masivos que han brotado a borbotones de la gran memoria social” (Salazar 1992, 88).

Ese viernes 18 de octubre, especialmente ese día: había estrés. Era el último día para hacer entrega del portafolio docente, evaluación que se rinde año a año, midiendo, categorizando, clasificando y encasillando al profesorado en tramos, tramos que definen el salario, el desempeño y el bienestar y así, transitar hacia un martirologio, potenciando las lógicas de mercado.

Entonces, ese día, confluyeron el trabajo burocrático – administrativo y pedagógico, típico de cualquier día laboral.

Son las 14:00 hrs. La comunidad se apresta a finalizar el periodo de almuerzo y una colega menciona: “está quedando la embarrá en el centro”. Nadie se preocupa lo bastante. Los viernes se caracterizaban por ser días en los cuales más de alguna manifestación podía ocurrir, sobre todo a partir de septiembre, mes que simboliza de alguna u otra manera la liturgia del encuentro social en las calles.

Todo cambia cuando nos informan que tenemos que irnos a nuestras casas, ya que, varias estaciones de metro estaban cerrando y en el centro de la ciudad el tránsito era imposible. Ese fue el llamado de alerta, la pausa necesaria para despertar y reflexionar sobre lo que realmente estaba pasando: “¿Será un reventón más?”.

La información de los sucesos rápidamente comenzó a expandirse, llenando de mensajes nuestros teléfonos, haciendo alusión a los enfrentamientos entre la policía y manifestantes, luchas que se estaban dando en todas partes de Santiago y Chile. También se comentaba sobre los cortes de calles y el penetrante olor a gas lacrimógeno que se apoderó de la ciudad y del país.

Chile despertó. Las barricadas nacían e iluminaban una tarde que se avecinaba histórica. Fue un día que nos removió, nos sacudió y nos obligó a mirar hacia el lado, hacia el horizonte de asfalto y ver que algo estaba cambiando, o más bien que algo estábamos recordando.

Adentrándose la noche, comenzaron los famosos comunicados oficiales, la televisión mostraba constantemente escenas de violencia y catalogaba todo bajo el alero del vandalismo. Revive la vieja estrategia del orden portaliano frente al desorden de algunos pocos desadaptados. Una vez más, los medios de comunicación masiva, haciendo alarde de una cultura dominante, que promueve los vicios de la mentira, como diría Bell Hook (2013):

“Cuando el consumo cultural-colectivo de la desinformación y el apego a la desinformación se alían a las camadas y más camadas de mentiras que las personas cuentan en su vida cotidiana, nuestra capacidad de enfrentar la realidad disminuye severamente, así como nuestra voluntad de intervenir y mudar las circunstancias de injusticia.” (hooks 2013, 45) *

La estrategia de desinformación estaba tomando forma. ¿Caeremos una vez más en este juego? ¿Nos atraparán nuevamente en la maquiavélica estrategia “divide y vencerás”?

Los supermercados y negocios barriales comenzaron a atiborrarse de gente, columnas interminables de personas comprando arroz, fideos, legumbres y agua, mucha agua. El llamado “Estallido Social” activó la memoria de nuestro pueblo. Desde un primer momento, en las manifestaciones del 18 de octubre, no eran las mismas de siempre, algo estaba cambiando. La gente “despierta” con sus anónimos celulares que publicaban una violencia sistemática, revela las manos atadas de los medios oficiales de comunicación frente a los supuestos vándalos. El control y la vieja estrategia de desinformación se estaba cayendo, o eso es lo que se presentía.

¿Habrá pensado el gobierno de Sebastián Piñera que el aumento de 30 pesos al valor del boleto, iba desestabilizar una supuesta “normalidad”? ¿Se habrán imaginado los tecnócratas del gobierno de Sebastián Piñera que la ciudadanía chilena comenzaría en masa a golpear ollas, exigiendo lo que, a la vista del más escéptico, era de sentido común: salud, pensiones, educación, transporte, salario y, sobre todo, dignidad.

Frente a este escenario, del personal a lo colectivo, la comunidad de la escuela básica Guillermo Zañartu Irigoyen, comienza a reflexionar sobre lo que estaba pasando en todo Chile. Los análisis coyunturales e históricos abundaban en cada conversación, ya que, queríamos saber cómo nuestra realidad se conectaba con nuestra historia. Comenzamos a tomar, como dijo Freire “[…] el diálogo en cuanto actitud, en cuanto postura” (Freire 1987, 70). El diálogo continuo nos llevó a la siguiente pregunta: “¿Qué rol íbamos a tener como escuela en todo esto?”.

El estudiantado, por otro lado, quería respuestas. Los estudiantes buscaban comprender que estaba pasando. ¿Por qué un país ejemplar en su desarrollo económico y bienestar social a nivel latinoamericano como es Chile explotó socialmente de esa manera? Además, nuestra Comunidad Escolar está compuesta de muchos y muchas estudiantes venezolanos, que, por otra parte, invocando su memoria reciente de su país de origen, elucubraban lo que nos esperaba a todos y todas, si es que todo continuaba así.

La historia tomó un rol protagónico, la asignatura era esperada con grandes ansias, se querían respuestas, se quería entender en profundidad el por qué.

Fueron estas preguntas e inquietudes las que idearon el Cabildo Abierto. El encuentro fue un desafío interesante, atingente, fundamental, valioso y congruente. Ampliamos el concepto de comunidad educativa, basado oficialmente en la interacción que coexiste entre personas de dentro del espacio escolar, hacia vecinos, vecinas, familias, instituciones formales e informales, colectivos y agrupaciones de la Villa Olímpica.

Históricamente, nuestra escuela nace desde una demanda comunitaria para educar a niños y niñas de la recién fundada Villa Olímpica, conjunto habitacional con un gran desarrollo territorial e identitario. Por tanto, la redefinición de “comunidad educativa” nos devolvió el rol histórico de reabrir las puertas y de estrechar lazos con la comunidad, promotora de nuestra creación, cuando en 1965 se fundó con el nombre de Escuela E 313.

Al planificar este cabildo y poniendo en práctica nuestra intención de reencuentro con la “Comunidad Educativa”, comenzamos a preguntarnos: “¿Qué estaban haciendo las familias de la Villa con relación al ‘18 de octubre’?”. En la Villa, los cabildos e intervenciones, ya se habían realizado, en otros momentos. “¿Por qué como escuela no estuvimos presentes en esas instancias?”. Nos contactamos, entonces, con la Junta de Vecinos Villa Olímpica n°32.

Pusimos en práctica la pedagogía del movimiento, la cual consiste en “una pedagogía de apertura frente al otro, al diferente.” (Freire 1987, 50). En este caso, fue una apertura a la memoria comunitaria, al significado de la escuela para el territorio y vive-versa. Los y las exestudiantes, vecinos y vecinas, apoderados y apoderadas volvieron a ver el espacio que antiguamente servía para la organización de agrupaciones sociales y deportivas, reabrir sus puertas. Mientras tanto, la comunidad educativa se encontraba con aquellos y aquellas que promovieron su nacimiento.

El vínculo entre la comunidad de la Villa Olímpica y la Comunidad Escolar es nuestra respuesta sobre el rol de la escuela en su territorio. Nuestro cabildo surge de esa unidad, utilizando la metodología participativa y del movimiento, intercambiando ideas y reflexiones sobre cómo llevarlo a buen puerto. Con la interrogante resuelta, con los lazos estrechos y el concepto de comunidad llevado a la acción, nos quedaba solo “poner las manos en la masa”. Comenzó el proceso de creación, la escuela, la comunidad educativa, la junta de vecinos (JJVV) mano a mano adaptamos las preguntas, el espacio y los tiempos que se iban a destinar para lo que sería el desarrollo de nuestro primer cabildo.

Si bien desde la Corporación Municipal de Ñuñoa, la sostenedora de la escuela, nos proponían hacer cabildos entre la comunidad educativa, nosotros optamos por reconocer la amplitud de “comunidad escolar”. Por lo que, la experiencia de la “Escuela Abierta” en el cabildo es el principio de reencuentro de nuestra escuela con el territorio.

La profesora de arte diseñó un afiche y en conjunto con otras profesoras un lienzo, se hizo la invitación virtual y al transeúnte del sector. Los diarios murales de las salas se llenaron de mensajes y convites. Por nuestra parte, también comenzamos a comunicar y compartir este suceso histórico.

Llega el día del Cabildo, son las 16:00hrs. Este encuentro social y de participación colectiva inicia con una introducción histórica sobre nuestro actual sistema social, político y cultural, gestado en dictadura y mejorado por los gobiernos postdictadura. La propuesta de análisis, “¿Por qué se generó un 18 de octubre?, ¿Qué condiciones sociales, políticas y económicas se estaban desarrollando bajo el “subsuelo”? ¿Por qué un comunicado oficial que informó la subida del precio del boleto de metro subterráneo hizo que un país entero se reencontrará en las calles?, ¿Serán también las experiencias negativas de nuestro sistema, tales como el endeudamiento, la precarización de la salud, de la educación de mercado, las indignas pensiones y el miedo de vivir en un lugar en el cual solo se vive bien si se tiene dinero?”.

El cabildo tuvo un condimento especial desde la formulación de las preguntas a su participación. Junto a toda la comunidad, logramos aunar emociones, personas, nacionalidades, géneros, cuerpos, ideas, experiencias. Fueron encuentros de carácter intergeneracional e intercultural con amplia identidad territorial. Desde esa unidad, se llega a las interrogantes, las cuales fueron las orientadoras del desarrollo del Cabildo:

  1. ¿Cómo la escuela Guillermo Zañartu Irigoyen puede contribuir en la educación de la comunidad en la Villa Olímpica?
  2. ¿Qué oportunidades ofrece la movilización?
  3. ¿Cómo nos responsabilizamos con el espacio escolar en la construcción, desde mi rol como estudiante, trabajador, apoderado y vecino de la Villa?
  4. ¿De qué manera se puede construir “comunidad” entre los distintos actores de la Villa?

Además, esta metodología fue llevada a las salas de clases, principalmente en los cursos de quinto a octavo básico. Inspirados e inspiradas en el cabildo de cada nivel, ellos y ellas se tomaron el espacio, quienes, en un impulso democrático, catártico y emocional, quisieron salir de las salas de clases. Con todo el Segundo Ciclo de la Básica, en un gran Cabildo de Estudiantes, nos reunimos en el patio para dialogar, hacer ruido con los basureros y con lo que encontrasen y manifestar su descontento, expresar sus anhelos frente al presente y al futuro y fortalecer aún más, nuestros lazos identitarios.

El Centro de Estudiantes de ese año, emocionado y preocupado a la vez con todo lo que estaba sucediendo producto del 18 de Octubre, fueron los y las encargados de incentivar a todos los cursos a ser parte de una experiencia y a reflexionar en conjunto sobre las proyecciones y miedos que estaban sintiendo. El Centro de Estudiantes se compone de alumnos/as elegidos/as democráticamente por sus pares en una elección anual abierta para todos/as los/as matriculados/as del 1° al 8° básico del Colegio. Sus representantes eran jóvenes de 7° y 8° básico y fueron los que plantearon la importancia de un cabildo a los docentes encargados de Formación Ciudadana.

En una reunión entre docentes y estudiantes, de manera consensual se llega al acuerdo de realizar la actividad en el patio de la escuela, organizando el espacio para que todos los cursos del Segundo Ciclo del Colegio pudiesen participar. Las preguntas que se desarrollaron durante el cabildo fueron adecuadas al contexto escolar por el docente a cargo de la Formación Ciudadana.

En noviembre del año de 2019, los y las alumnos interesados/as en participar del Cabildo de Estudiantes se juntaron en el patio, en horario de clases regulares para ser parte de esta instancia. Conforme la decisión del Centro de Estudiantes, el docente responsable de Formación Ciudadana apenas cumplió el rol de moderador junto con la Presidenta estudiantil.

Al principio del encuentro, el profesor de Historia hizo una introducción histórica al evento que inauguró los sucesos del 18 de octubre. Luego, les explicó la metodología de trabajo del Cabildo ya estipulada previamente con el Centro de Estudiantes. La metodología constaba de que los y las alumnos/as se dividieran en grupos de cinco personas, en los cuales se mezclaron los diferentes niveles y género. En seguida, la Presidenta del Centro de Estudiantes leyó las preguntas que se iban a trabajar y el tiempo destinado a cada una de ellas.

Una vez organizados los grupos, recibieron un papel con las preguntas a trabajar. Además, voluntariamente cada grupo tuvo un/a encargado/a de llevar el tiempo y otro/a encargado/a de redactar una síntesis que considerara todas las ideas presentadas durante el diálogo. Para cada pregunta, cada estudiante podría ocupar un minuto para presentar sus ideas y emociones relacionadas a las preguntas. Pasados los 20 minutos de trabajo en grupos, los y las representante encargados/as de escribir la síntesis presentaron sus anotaciones para todo el Cabildo.

Al poder conversar y expresar esas emociones, se llegaron a conclusiones importantísimas que les ayudó a entender el contexto histórico del “Estallido Social” y las demandas que se hicieron notar con más fuerza a partir de ese hecho histórico. De manera general, se destacó la importancia del Derecho a la Salud, la Educación y por la lucha de un país más justo, solidario y que brinde una real igualdad de oportunidades, ya que, muchos y muchas aludían que Chile es un país tremendamente desigual.

El Colegio Guillermo Zañartu Irigoyen, ex Escuela 313, vuelve a reunirse con el territorio y resignifica su rol educativo, reencontrándose con las organizaciones sociales y culturales como un espacio de acogida, pedagógico y de transformación. Los y las estudiantes reconocen la importancia del dialogo y de la acción colectiva en respuesta a sus reflexiones e inquietudes. Los hitos suscitados en los Cabildos significaron que, en la actualidad, la escuela se haya convertido en un lugar en que los vecinos y vecinas sienten como parte suya, es ahí donde sus hijos e hijas estudian y también es ahí donde convergen propuestas que van en camino de un reencuentro total con las organizaciones sociales y culturales.

El año 2019 significó la reapertura a los nuevos tiempos y maneras de vivir la educación. Los lazos con la Villa Olímpica se han estrechado gracias a este reencuentro por medio del cabildo. Gracias a ese ejemplo de unidad, diálogo y participación, las repercusiones en la comunidad interna del colegio son variadas, desde Cabildos de Estudiantes a tutorías, talleres autogestionados y otros.

Además, en los años de 2020 y 2021, más instancias han sido dirigidas a toda la comunidad, como las “Escuelas Abiertas” con temáticas que van desde Formación Ciudadana a Ecología, instancia de compartir experiencias educativas entre docentes, estudiantes, moradores/as de la Villa y apoderados/as del Colegio. También se han realizado encuentros en la celebración del día de les niñes, organizada por la Villa Olímpica y en la cual la Escuela formó parte en una muestra de postales hecha por los estudiantes, y también se están tejiendo lazos con la Agrupación de Huertas de la Villa, la cual está asesorando a la escuela para reactivar el huerto del establecimiento y también se invitó a la escuela a formar parte del Cabildo organizado por los centros de atención primaria de la comuna de Ñuñoa.

En el camino por recorrer, nos proyectamos en conjunto, ya sea en proyectos sociales, culturales y deportivos que contribuyan para la resignifación identitaria y territorial. Como escribió Freire, “ser capaces de recomenzar siempre, de hacer, de reconstruir, de no entregarse, de rechazar burocratizarse mentalmente, de entender y de vivir la vida como un proceso […]” (Freire apud. hooks, 1987, 5).

 

Bibliografía

Freire, Paulo. 2018. “Pedagogia do compromisso: América latina e educação popular”. São Paulo: Paz y Terra.

hooks, bell. 2019. “Ensinando a transgredir: A educação como prática da liberdade”. São Paulo: Martins Fontes.

Palma Alvarado, Daniel. 2015. “Villa Olímpica, Santiago: apuntes para su historia”. Santiago. Disponible en: https://www.academia.edu/5083023/Villa_Ol%C3%ADmpica_Santiago_apuntes_para_su_historia

Salazar, Gabriel. 2017. “La historia desde abajo y desde adentro”. Santiago: Taurus.

 

 

[1] Chileno.  Profesor de Historia y Encargado de Formación Ciudadana en el Colegio Guillermo Zañartu Irigoyen. Licenciado en Educación en Historia y Ciencias Sociales, Profesor de Estado en Historia y Ciencias sociales de la Universidad de Santiago de Chile. Licenciado en Historia de la Universidad Federal Fluminense, RJ Brasil. Contacto: jose.cornejo@edununoa.cl o jose.cornejoo@usach.cl. Autor. Registro ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5943-8873

[2] Chilena. Profesora Diferencial especialista en transtornos específicos del lenguaje, UMCE, Chile. Miembra del MED (Movimiendo de educación diferencial) Autora Colaboradora. contacto: Pamfer71@yahoo.es. registro ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3624-7545

[3] Chileno. Profesor en el Colegio Guillermo Zañartu Irigoyen. Licenciado en Educación. Profesor de Educación General Básica con mención en Lenguaje y Comunicación de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Autor Colaborador. Contacto: nicolas.cornejo@edununoa.cl . registro ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2330-4034

[4] Amanda Nascimento de Carvalho Reis. Nombre: Amanda Nascimento de Carvalho Reis. Nacionalidad: Brasil. Grado académico: Licenciada con postítulo. Afiliación institucional: Colegio Guillermo Zañartu Irigoyen y Universidade Federal do Rio de Janeiro. Militancia: Feminista. Correo: amanancr@gmail.com. Perfil Orcid: https://orcid.org/0000-0002-0180-9560 Referencia de origen del artículo: Relato de profesor(a)