Nos complace contar que acaba de salir a la luz el libro “Justicia feminista al borde del tiempo. Experiencias comunitarias y sentipensamientos antipunitivistas”, editado por Sofía Esther Brito y María Ignacia Ibarra (integrante de la Red Trenzar).

Como señalan las autoras:

“Este proyecto escritural colectivo propone respuestas complejas para problemas complejos. Sentipensar desde los feminismos es abocarse en dar cuenta de la pluralidad de voces y multiplicidad de causas para comprender contextos diversos. Atender enfáticamente a la reparación, escuchar las necesidades e inquietudes de quienes han sufrido daño; la responsabilidad de les agresores más allá del castigo, y velar por una política que resguarde garantías de no repetición. Retomar prácticas referenciales de ejercicio de pluralismo jurídico y justicia comunitaria de pueblos que hasta la actualidad funcionan al margen de los Estados. Aquellos territorios que poseen sistemas de justicia que no se centran en la sanción, sino en la restauración del tejido social. Para ello, es fundamental interrogar los alcances y límites del paradigma judicial y el enfoque de género como remedio ante la creciente desconfianza en los procesos de denuncia estatales.”

Este libro nace de la convocatoria que se realizara desde la Red Trenzar, en marzo del 2022, donde se señalaba:

“En tiempos de sanciones anónimas, juicios instantáneos y ejercicios punitivistas, la búsqueda por formas de hacer justicia de manera comunitaria y feminista se vuelve urgente e imprescindible.

Entendemos que las experiencias de violencia nunca son aisladas. Las afectaciones ocurren en la vida íntima de las personas, pero repercuten en las dinámicas comunitarias y/o públicas de las que ellas forman parte. Reconocemos la complejidad de estos asuntos y pensamos que en las resoluciones colectivas frecuentemente se dan ideas e introspecciones inacabadas. Sabemos las múltiples contradicciones que pueden contener estos caminos de preguntas y respuestas abiertas. Es por eso que no pretendemos verdades cerradas o absolutas.

Lo que sí buscamos es retomar aquellas prácticas referenciales de cómo ejercen justicia los pueblos originarios y desde la educación popular, en donde la organización del sistema no se centra en la sanción, sino en la restauración del tejido social. Así también, interrogar los alcances y límites del paradigma judicial y el enfoque de género como remedio ante la creciente desconfianza en los procesos de denuncia estatales. Queremos compartir lógicas, metodologías y reflexiones en torno a procesos de autoformación crítica y aportar al debate, desde aquellos espacios de organización territoriales y movimientos sociales que se han visto interpelados desde los feminismos”

Hoy, les invitamos a leer este libro y a seguir los diálogos sobre el tema.

Información sobre las autoras del libro: